CHICAGO- “Sí la extraño. Lo que tiene la música es que es rápida. Es un formato, que yo puedo escribir una canción y contar un cuento en un síntesis como bien cómodo…realmente lo que no extraño es la envoltura en la que viene el proyecto musical y la cuestión esa del culto a la personalidad que se da tan fuerte con la música popular que no pasa con la literatura”, comenta por teléfono desde Puerto Rico Rita Indiana Hernández,multifacética escritora, músico y artista multimedia de la República Dominicana, explicando por qué dejó la música para volver a dedicarse exclusivamente a la literatura.
Indiana, quien viene a Chicago por primera vez a participar como escritora invitada y oradora principal en “Notas del Caribe” de Revista Contratiempo, ya se había establecido en el 2010 con varias con obras publicadas, de las cuales mucho se comentó la musicalidad del dialecto dominicano en el estaban escritas, con su sabor a bachata y merengue y mambo violento. Ese año, esta artista a quien sus compatriotas llamaban “La Monstra” por la enormidad de sus talentos, irrumpió en la escena indie internacional con su grabación “El Juidero”. Aparte de crear un sonido sumamente original y muy bailable, las personas que se tomaban el tiempo de escuchar y entender las letras de las canciones (entregadas al igual que las obras literarias, con todo el filin del dialecto callejero dominicano) se daban cuenta de pequeños cuentos cortos envueltos en jugosos ritmos, como el de Pasame a buca, historia de una empleada doméstica dominicana.
A partir de la casi delirante atención mediática y popular en torno a su persona y sus actividades musicales, para la tristeza de muchos, Indiana tomó la decisión de regresar exclusivamente a la actividad literaria. Describe Indiana los diversos motivos que impulsaron la decisión, comenzando con sus necesidades como artista, “Soy escritora antes de músico y tenía mucha necesidad de hacer cosas en grande formato. Las novelas demandan mucho tiempo, preparación, investigación. Tengo el hambre de hacer proyectos literarios de mayor duración y de proceso más largo y más profundo. Lo que quiero contar ahora no lo puedo contar en una canción”.
Además, le agrada más la relación entre escritor y lector, “Cuando uno hace música que tiene su lado bailable, mucha gente no entendía un carajo de lo que se estaba hablando…una novela demanda una atención, una intimidad–si tú lees cuatrocientos páginas que yo escribí y las entiendes y las disfrutas, hay una conexión inevitable entre tu y yo”.
Sin embargo, explica que la música ha jugado un papel importante desde los inicios de su composición literaria. Se denomina “fanática” de la época de hard bop jazz que surgió de 1955 a 1965, como la música de Clifford Brown y Art Blakey, que ella llama “…hermosa, sofisticada, inteligente”. Describe que su primera novela la escribió haciendo ejercicios al escuchar a los “hardboperos”, motivada por buscar “… un ritmo en la palabra, en el lenguaje, ese río de la improvisación que es completamente libre pero se rige por una serie de ritmos y melodías, esa improvisación que busca la libertad”. Y no descarta la idea de volver a componer música, más el proyecto que tiene pensado es música experimental, “sin voz ni cara de frente”.
Más hoy día, aunque sus actividades principales se centren en lo literario ya que ha publicado un libro nuevo, Indiana ha vuelto a ser centro de atención mediática por su reciente editorial, “Magia Negra”, publicada en El País en respuesta a la reciente decisión del Tribunal Constitucional dominicano de desnacionalizar a personas nacidas en su país de “extranjeros en tránsito”, categoría integrada en su mayoría por trabajadores haitianos legales e ilegales. La carta ha suscitado reacciones sumamente vitriólicas y otras igual de positivas.
Explica Indiana que desde su punto de vista, las razones por tales decisiones en su país son complicadas, “…Es algo tan profundo, nuestra propia identidad en gran medida se ha forjado en algún sentido en rechazo a lo haitiano”. Además, considera que refleja el pasado conflictivo de la República Dominicana, “Los dominicanos somos un pueblo abusado y con muchos traumas, pasamos una dictadura horrible. Es como el que tiene un papá abusivo y tiene un problema de abuso también… nosotros somos abusivos porque nos han abusado”.
Más afirma que sí tiene esperanzas que exista la posibilidad de que mejore la situación, “Hay espacio para crecer y para hacer las cosas mejor, para convivir. Y hay mucho espacio para el mal y hay que estar conscientes de eso–hace falta mucho trabajo y dedicación…me considero alguien que lucha por la justicia y por la verdad y trato de poner mi pequeño grano de arena”.
originally published in Hoy (Tribune Media)
Rita Indiana en ‘Notas del Caribe’
Celebración del Décimo Año de Revista Contratiempo
Cuándo: 6 de diciembre, 6 a 10 pm
Dónde: Museo Nacional de Arte Mexicano, 1852 W. 19th St.
Admisión: $50-$65 (incluye además comida y música)
Información: www.contratiempo.net